Me pareció muy buen acercamiento a lo que podría ser un hospital psiquiátrico. Me parece mas directo y podría ser hasta más honesto que Titicut Follies, pero las dos maneras distintas de retratarlo se me hace interesante.
Tiene personajes muy interesantes, los que más me impresionaron fueron el tipo que parecía estar en drogas fuertes, intentando voltear la entrevista hacia el doctor, evitando temas, es un retrato de una persona que no esta en la realidad objetiva por completo y la manera de encuadrarlo es cercana y directa, de hecho el sonidista sale varias veces en cuadro, lo cual creo Depardon decidió dejar en la sala de edición. Otro personaje es el conductor de camión, la presión que sintió en ese momento lo llevo a un ataque nervioso y es interesante ver a una persona que pierde el control con algo a lo que muchos mas están expuestos hoy en día.
Urgences es la crónica del día a día de un hospital de urgencias psiquiátricas en París. Al centro llegan muchos casos diversos: un conductor de autobús que ha sufrido una crisis nerviosa mientras conducía, un anciano que intentaba suicidarse en las escaleras de su casa con una cuerda, una chica con manía persecutoria, otra con delirium tremens, etc.
Depardon afrontó un reto dificil: hacer atractivo un film donde no hay demasiada acción. Casi todas las secuencias se dan con dos personas sentadas una enfrente de la otra en una habitación. El interés se centra en los magníficos diálogos, en la templada actuación de los psiquiatras y las múltiples e inesperadas reacciones de los pacientes. El orden en que monta posteriormente las secuencias es también un elemento clave, pues podemos ver la chocante evolución - o involución - de algunas personas.
Así como en San Clemente se mueve con la cámara al hombro por todo el manicomio (caminando por los pasillos, por las salas, etc.) en Urgences desarrolla un estilo mucho más pausado. “Desde Urgences Depardon ha ido cuestionando la vinculación causal entre movilidad del encuadre y libertad de la imagen. Los planos secuencia han ido serenándose hasta la inmovilidad” (5) Esta inmovilidad permite que resalten los diálogos, que nos fijemos en los detalles, en los gestos y las miradas.
A menudo, los psiquiatras deben salir a buscar algún medicamento o hacer una gestión. Entonces, el enfermo se queda en la habitación a solas con Depardon y la sonidista, Claudine Nougaret, creando una relación especial y rompiendo el clima anterior sin dejar de ser la misma toma. Dos de estos curiosos momentos son comentados por el director en la larga entrevista que se añade en los extras de la edición de Intermedio, aunque hay más. Cuando un violento hombre (atado con una camisa de fuerza) le pide que pare de rodar y él responde: “¿Porqué? ¿Quieres decirme algo?” y esto provoca la reflexión del paciente “preso”, y cuando una mujer les cuenta su problema (odia violentamente a los niños) y él gira la cámara hacia Nougaret, embarazada.
En conjunto, Urgences es un retrato inolvidable de otro mundo crudo y surreal como el de San Clemente, con un Depardon más maduro y con mayor capacidad para dejar fluir las historias.
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